Ferrari, el enemigo en casa de Carlos Sainz

Pocas veces en la historia de la Fórmula 1 se ha dado la situación de que el mejor coche no gana el título. Este año parece que Ferrari, teniendo de largo el monoplaza más completo, no conseguirá romper una maldición que ya se extiende desde el año 2007.

Ni Charles Leclerc ni Carlos Sainz parecen estar listos para superar a Max Verstappen contando con un coche que para muchos es medio segundo más rápido que el Red Bull. Unas veces son las decisiones de equipo, otras la escasez de fiabilidad y otras sus propios repostajes lo que condenan los resultados de Ferrari.

El hecho es que nos hemos ido de vacaciones con el equipo rojo con remotas posibilidades de ganar el título. Leclerc está a 80 puntos de Verstappen, mientras que Sainz aparece a 102. Ni haciendo un doblete en las nueve carreras que restan por disputarse le daría el título salvo fallo del holandés.

En Italia, todo el mundo señala la gestión de un Mattia Binotto del que han empezado a pedir su cabeza empezando por todo un referente para los tiffossi como Ralf Schumacher. El hermanísimo de Michael tiene claro que el culpable de la situación de Ferrari se sienta en el muro y le acusa de no tener ni idea de gestión de carreras.

El ingeniero suizo se ha defendido diciendo que todos los equipos han cometido errores antes de ser campeones del mundo y que Ferrari no iba a ser menos. El hecho es que la escudería italiana parece un tanto oxidada y torpe en la toma de decisiones si lo comparamos con Mercedes -sacan un podio de la nada- o Red Bull. En Hungría, sin ir más lejos, no supieron ver el bajo rendimiento de los neumáticos duros y eso que Alpine se tiró rodando con ellos varias vueltas como tortugas antes de ponérselos a Leclerc.

No culminan en carrera

Ferrari tiene recursos ilimitados para ganar como demuestran las 8 poles que acumulan esta temporada por las 4 de Red Bull o la única de Mercedes. El hecho es que luego sólo han conseguido cristalizar en triunfos esos primeros puestos en sólo 4 ocasiones.

Por eso no es ni mucho menos descabellado señalar que Ferrari y los que lo dirigen desde el muro son los principales enemigos de un Carlos Sainz que ya se ha acostumbrado a tener los pit-stops más lentos de toda la parrilla. El español las ha visto de todos los colores esta temporada e incluso casi tiene un accidente por la lentitud de Ferrari en este aspecto.

El español espera que las cartas se barajen en los despachos y que, por fin, puedan contar con un equipo de estrategas a la altura del coche que poseen. Binotto está señalado y otro error en las próximas fechas podría precipitar su salida del mejor monoplaza de la parrilla. Ver para creer.