Verstappen tiene el Mundial a punto por incomparecencia de Ferrari
La versión agresiva de Sainz fue lo mejor de una carrera en la que Mercedes metió a sus dos pilotos en el podio final un año después
Tras conseguir dos triunfos consecutivos, la escudería italiana vio cómo Charles Leclerc se comía el muro cuando iba primero en el Gran Premio de Francia
Max Verstappen logró una de las victorias más sencillas del año en el Gran Premio de Francia tras ver cómo su principal rival, Charles Leclerc, se iba contra el muro antes de llegar al ecuador de la carrera. El holandés se quedó sólo en cabeza de carrera y nadie alcanzó su ritmo.
Sólo Carlos Sainz podría haberle inquietado, pero la sanción que le hizo salir en decimonoveno lugar le impidió un mano a mano con el holandés. El español se llevó el premio al piloto del día por adelantar 14 puestos, pero incluso podría haber obtenido un botín mayor de no ser por Ferrari.
La escudería italiana le fastidió en la primera parada haciendo que Sainz estuviese penalizado con cinco segundos por su lentitud y sacarle de forma insegura. Luego le pararon cuando ya había adelantado a Sergio Pérez alcanzando la tercera posición. Lo hicieron para preservar unos neumáticos medios a los que Carlos supo sacarles todo el jugo.
La versión agresiva de Sainz fue lo mejor de una carrera en la que Mercedes metió a sus dos pilotos en el podio final un año después. Hamilton fue segundo y Russell tercero tras comerle la tostada a un Pérez que se durmió con un virtual safety-car y que se llevó la bronca de los capos de Red Bull.
Ferrari, siempre con problemas
La suerte de la escudería energética es que parece que Ferrari ni competirá por el Mundial de pilotos -donde Verstappen saca ya 63 puntos a Leclerc- ni en el de equipos -donde cuentan con una renta de 82 puntos-. La fiabilidad y los errores propios han sido la gran lacra de una escudería Ferrari que no está para competir un campeonato por falta de pilotos de peso. Esa es la realidad.
Uno que sí sigue teniendo peso es un Fernando Alonso que concluyó en sexta plaza la carrera de Francia mandando un claro mensaje a los jefes de Alpine: que sigue siendo rápido. El asturiano superó a su compañero Esteban Ocon y supo mantener a raya a los mejorados McLaren obteniendo un resultado sólido y solvente que eleva a la escudería al cuarto lugar del Mundial de Constructores.
Lo que parece más evidente a cada carrera que pasa es que Red Bull dispone de todo tipo de herramientas para mantenerse siempre en la pomada con Verstappen. Tras dos carreras con problemas para el holandés, el equipo ha vuelto por sus fueros con un triunfo incontestable antes del Gran Premio de Hungría, donde Ferrari también parte como favorito hasta que la pifien.