Cuando la maratón la decidió ... un sacerdote irlandés
Horan sorteó a la seguridad para, en el kilómetro 35 de la carrera, saltar al asfalto y empujar al que en ese momento era el líder de la prueba, el brasileño Vanderlei de Lima
Una de las grandes marcas negras de los Juegos Olímpicos en los últimos años, cuando Neil Horan arruinó la Maratón de Atenas 2004
El nombre de Neil Horan seguramente no les diga nada, pero si les dicen el hombre que echó a perder la Maratón de Atenas 2004 ya les empezará a sonar un poco más la historia.
Horan, que ahora tiene 74 años, es un sacerdote irlandés que se dio a conocer por irrumpir en competiciones de prestigio para promover su palabra y sus ideales, básicamente, que el mundo está cerca de su fin. Su primer gran evento fue el Gran Premio de Fórmula Uno en 2003, en el circuito británico de Silverstone, y más tarde planeó espectáculos fallidos en la Copa del Mundo de 2006.
Pero su momento de mayor fama, desgraciadamente, ocurrió durante los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, más concretamente en la prueba de Maratón. Horan sorteó a la seguridad para, en el kilómetro 35 de la carrera, saltar al asfalto y empujar al que en ese momento era el líder de la prueba, el brasileño Vanderlei de Lima. Le arrastró durante varios metros hasta chocar con las vallas de seguridad y el público. Tuvo que ser uno de los espectadores el que consiguió liberar a De Lima, para que, pese al shock, pudiera continuar en carrera.
Además del tiempo perdido por el incidente, y del shock mental y los calambres que le produjo el empujón, el corredor brasileño terminó la prueba y alcanzó el tercer puesto, pese a que las reclamaciones de la federación brasileña pidieran para él el oro.
Horan fue arrestado por la policía griega y sentenciado a doce meses de prisión y al pago de 3.000 euros, aunque sus apariciones en público no terminaron ahí, y además de planear su irrupción en la Copa del Mundo de Alemania, fallida, porque la policía le cazó, llegó a salir en el programa 'Britain Got Talent', realizando una danza irlandesa.
Por su parte, De Lima, además del bronce olímpico, se llevó el premio Pierre de Coubertin, a la deportividad, y más tarde, en la ceremonia de los Juegos de Río de Janeiro en 2016 portó la antorcha olímpica.