Pogacar emula a Froome y Contador: apuesta por los 3 dígitos y gana
El esloveno saltó a 100 kilómetros de la meta del Mundial de Zúrich dejando atrás al resto de favoritos, alcanzando a la fuga y ganando la carrera.
Tadej Pogacar es sencillamente una máquina. El esloveno completó el triplete en una temporada compuesto por Giro de Italia, Tour de Francia y Mundial de ciclismo en ruta con una exhibición reservada a los dioses del ciclismo. Fue la última parte del trébol que le faltaba y la que le encumbra a lo más alto del deporte de las dos ruedas.
Antes de que Pogacar consiguiese este triplete, solamente lo habían logrado dos ciclistas: Eddy Merckx, el cada vez menos indiscutido mejor ciclista de todos los tiempos; y Stephen Roche, el 'one season wonder' por excelencia, quien hizo todo su palmarés en 1987. El bueno de Tadej los emuló, pero lo hizo ganando de una forma aplastante.
Porque todo sea dicho. Una cosa es ganar en el último kilómetro y otra atacando a más de 100 para meta en una exhibición que ni el propio ciclista esloveno había probado antes en su carrera. Su récord estaba en un ataque a 80 kilómetros del final esta temporada en la Strade Bianche, pero esta cabalgada supera todo lo visto antes.
El ataque en cuestión
Pogacar podría haberse cubierto detrás de su equipo y esperar a que restasen menos kilómetros para soltar el demarraje definitivo. El esloveno, sin embargo, se vio tan superior al resto que decidió atacar para cazar a una fuga que no le gustaba ni un pelo. En apenas 20 kilómetros, redujo la diferencia de dos minutos y se enganchó a ellos.
Su compañero Domen Novak, que estaba filtrado con los escapados, le hizo un par de kilómetros para que luego Pogacar se quedase en solitario a 80 kilómetros de meta. El esloveno tenía por delante una contrarreloj que era un auténtico desafío, teniendo en cuenta que detrás venía un pelotón agrupado y bastante organizado con el vigente campeón -Van der Poel- pidiendo relevos a todos.
Pogacar se benefició de que no había pinganillos en la prueba para ir minando la moral de unos rivales que no conseguían reducirle por debajo de la desventaja psicológica del minuto. Al esloveno, sin embargo, le sobrevino una pájara a 30 kilómetros de meta, pero sus rivales no estaban muy informados de ello, jugando a la especulación por el resto de posiciones del podio.
El ciclista del UAE sobrevivió sufriendo más que nunca, completando una triple corona que ha sido único e irrepetible. Ganó el Giro de Italia con 9 minutos y 56 segundos de ventaja sobre Daniel Felipe Martínez, hizo lo propio en el Tour de Francia con una ventaja de 6 minutos y 17 segundo ante Jonas Vingegaard y lanzó el ataque definitivo a 100 kilómetros de meta para ganar su primer Mundial.
Tadej Pogacar gana el Tour de Francia de 2025
Los Reyes de las cabalgadas
Pogacar, con este ataque de triple dígitos, entró en la historia del ciclismo al lograr la machada. Es más habitual que este tipo de arrancadas tengan lugar en las etapas reina de las Grandes Vueltas que en las pruebas de un día, pero se unió a un club en el que Chris Froome y Alberto Contador tuvieron éxito en su día.
El británico se enfundó la maglia rosa y se aseguró la clasificación general del Giro de Italia de 2018 en la etapa 19, tras atacar a 80 kilómetros de meta dejando atrás a todos los favoritos en la mítica subida de la Finestre y no mirando atrás. Froome dejó su impronta con un ataque con el que certificó su triunfo en las tres Grandes Vueltas.
Contador, por su parte, lo hizo en 2012 con un demarraje muy recordado en Fuente Dé para ganar aquella Vuelta a España a Joaquín 'Purito' Rodríguez. En una etapa sin aparente peligro para la general, el pinteño atacó en un puerto de poca entidad, poniendo patas arriba la carrera para ganar su carrera más especial después de regresar de su sanción por clembuterol.
Pogacar hizo un ataque desde más distancia que ellos y obtuvo el éxito. A sus 26 años, el esloveno está en números para convertirse en el mejor ciclista de toda la historia con tres Tours, un Giro, un Mundial de ciclismo en ruta y seis Monumentos en su palmarés. Lo mejor de Tadej está por venir.