¿Desde cuándo es obligatorio ir con casco en las carreras de ciclismo?
El casco ha provocado que el último ganador del Tour haya reconocido públicamente que puede salir tranquilamente a la calle sin que le reconozcan
En 2003, la UCI tomó la determinación de hacer obligatorio que todos los ciclistas fuesen con casco durante las etapas de las diversas pruebas
Hace no demasiado tiempo, ver a un ciclista subir y bajar puertos icónicos como el Tourmalet, Alpe D'Huez o el Galibier sin casco era una estampa más que habitual. En la memoria de todo el mundo estaba ver a las grandes estrellas del pelotón subir con la melena al viento y bajar como obuses a 90 km/h sin que nadie se formulase mayores preguntas.
Las gorras, si acaso, eran el complemento más común en el pelotón, mientras que los cascos estaban reservados habitualmente para las contrarrelojes por su ayuda aerodinámica. Diversos sucesos que acabaron en tragedia provocaron que la UCI buscase la obligatoriedad de los cascos.
Varias muertes de corredores en carreras de máximo nivel se podrían haber evitado de haber llevado el casco porque entre las causas estuvo en muchos casos la fractura de cráneo. Tal fue la presión que, a partir de 1999, la UCI consiguió un importante avance consiguiendo que todos los ciclistas fuesen con el casco puesto en los recorridos llanos.
La única excepción en la que se permitía terminar una carrera sin casco era en la etapa que finalizaba en alto y casi se convirtió en un ritual ver a los ciclistas desprenderse de la protección antes de la ascensión final. Esa situación apenas duró cuatro temporadas hasta que en 2003 volvió a ocurrir otra tragedia en la segunda etapa Paris-Niza, cobrándose la vida de otro prometedor ciclista.
La UCI quiso revisar el tema a fondo y, en esta ocasión, los ciclistas ya tenían más dudas sobre la idoneidad del casco viendo que esa muerte se podría haber evitado de llevar el casco en lugar de la gorra. La máxima autoridad del ciclismo mundial imponía desde ese mismo Tour de Francia una norma que este año ha cumplido dos décadas evitando muchas tragedias, pese a que sigue habiendo que lamentar fallecimientos.
Las controversias actuales
El tema de los cascos continúa siendo un tema polémico a día de hoy y ya no es por ponérselo o no. En este caso, muchos ciclistas populares están vistiendo cascos personalizados que están prohibidos por la organización de las diversas carreras. Sin ir más lejos, una de las estrellas del Jumbo-Visma recibe una sanción diaria de 500 euros que gustosamente paga su patrocinador Red Bull por la notoriedad que consigue en el pelotón.
Las gorras, tan icónicas como especiales para los espectadores, no han dejado de fabricarse, sino que siguen siendo una buena fuente de ingresos para los equipos. Muchos de ellos obligan a sus corredores a usarla antes de subir al podio de las carreras siendo una prenda muy recurrente todavía para coleccionistas.
El pelotón vive más seguro desde que están los cascos como es evidente, pero su presencia le ha quitado algo de personalidad a las carreras. Muchos aficionados se quejan de que el último ganador del Tour de Francia parece ir de incógnito al usar unas enormes gafas de sol y un casco que impiden distinguir su aspecto. De hecho, ha reconocido públicamente que puede salir tranquilamente a la calle sin que le reconozcan.
La seguridad, ante todo.