
¿Qué efecto tiene el apoyo de Palin en las aspiraciones presidenciales de Trump?

Los primeros Caucus ya están aquí, y la carrera presidencial toma impulso para no detenerse hasta noviembre. Los mercados de Betfair ya están listos.
Con Palin -ridiculizada hasta el extremo por sus carencias en cultura general cuando se presentó como vicepresidenta de John McCain en 2008- a su lado, Trump no se va a quitar la etiqueta de 'amateur'.
Ambos van a retener la atención de los medios, cuando entramos en una fase decisiva
Raramente, o quizá nunca, ha causado un apoyo electoral tanto revuelo. Uno pudo escuchar casi los gritos de júbilo de los periodistas cuando Sarah Palin volvió a primera línea para dar su respaldo a Donald Trump. Su charla en el mitin de Trump en Iowa, trufado de histrionismo y frases para la historia, no decepcionó a nadie. No importa que ella se meta siempre con los medios, los medios la aman, como aman a Trump, por su facilidad de captar la atención y dejar titulares. Esto son muy malas noticias para los rivales republicanos de Trump. Su campaña se basa en monopolizar la atención, más que en las ideas o debatir con sus contendientes. Y ahora tiene a su lado a una segunda estrella que doblará ese poderío mediático.
Esto podría cambiar el Caucus de Iowa
El mercado da ahora muchas más opciones a Trump de ser el candidato republicano en las elecciones de noviembre. E incluso Ted Cruz, que se daba como ganador seguro (cuota 1.251/4) en el primer Caucus de Iowa que abrirá la nominación republicana, debe empezar a temer. Palin tiene miles de seguidores entre los evangelistas de Iowa, que hasta ahora parecían votantes decantados por Cruz. Este último ha recibido un bofetón en la cara, ya que ha sido un estrecho colaborador de Palin durante muchos años y ha quedado en la estacada.
Palin podría reforzar un segmento de votantes bastante débil de Trump
La batalla por el voto 'anti-stablishment', que parecía liderar Cruz con el apoyo implícito del Tea Party, ha cambiado radicalmente. Cruz había hablado hasta ahora de Trump como 'un falso conservador', recordando frases y opiniones liberales de su rival en el pasado. Algunos de los líderes religiosos conservadores claves de la batalla republicana han anunciado que no variarán su apoyo a Cruz. Pero éste no puede estar contento. Su plan era arrasar en Iowa e intentar crear una bola de nieve con ese resultado en los estados del sur. Con Palin a su lado, sin embargo, Trump será muy difícil de batir en esos enclaves.
Esto podría ser una gran oportunidad para un candidato republicano del 'establishment', si lo hay
Esta batalla republicana es más amplia que Trump y Cruz. Los líderes del partido en el Congreso, las élites conservadoras, odian a ambos. Ese liderazgo del Partido Republicano lleva años muy dividido, pero esa división no será eterna. Marco Rubio o John Kasich pueden ser en un tercer candidato muy fuerte una vez se aclaren las cosas, pero necesitan reafirmarse pronto y empezar a remontar.
Palin restará todavía más seriedad a la campaña de Trump
Kasich y otros candidatos republicanos han tachado a Trump de broma. Dicen que es un bufón sin la menor ideas de política. Jeb Bush le llama candidato del caos. Con Palin -ridiculizada hasta el extremo por sus carencias en cultura general cuando se presentó como vicepresidenta de John McCain en 2008- a su lado, Trump no se va a quitar la etiqueta de 'amateur'. Aunque la atención de los medios le ayude ahora, a largo plazo puede ser desastrosa. Ambos pueden caer en muchos errores cuando afronten las entrevistas más feroces, como ya le ocurrió a Palin en 2008 con la política exterior. Las magníficas imitaciones de Tina Fey en Saturday Night Live podrían retornar en cualquier momento.
Todo esto convierte otra victoria demócrata en noviembre en más probable
Los seguidores de Palin en la derecha están eufóricos, pero también lo están sus rivales de la izquierda. Trump es el adversario favorito de los demócratas, porque polarizaría el debate y muchos independientes votarían contra él. Las predicciones de sus posibles duelos contra Hillary Clinton y Bernie Sanders son pésimas para Trump. Entre los independientes, tiene una pésima valoración de -27, por -3 de Cruz o el +4 de Rubio. Por ello, es un estupendo momento para apostar por demócratas como ganadores de la presidencia a cuota 1.664/6. Además, los números que hemos relatado pueden empeorar para Trump. Éste estaba logrando el apoyo de muchos demócratas, que pueden bajarse del barco al haberse subido Palin. La polémica ex-gobernadora de Alaska tiene un -24 de popularidad en todo el país, y solo un +27 entre los propios republicanos. En su mejor momento, llegó a tener un +83. El Partido Republicano podría cometer un suicidio electoral si confía en esta estrambótica pareja.