Suzuka, el gran templo de la velocidad de Asia
La curva 130R entra dentro del top-3 de difíciles dentro del Mundial de Fórmula 1
El circuito más viejo de Japón alberga esta semana el Gran Premio del país rodeado por un aura de épica y misticismo
Suzuka, para bien o para mal, es uno de los circuitos más únicos e icónicos del calendario de la Fórmula 1. El trazado nipón se estrenó en 1962 y figura en la lista de los favoritos de los pilotos por la tremenda exigencia que supone dar una vuelta en sus 5.807 metros de longitud.
Este circuito, construido como base de pruebas del fabricante Honda, se encuentra en el calendario desde 1987 cuando era tradicionalmente la última carrera de la temporada y la que habitualmente decantaba el campeonato de pilotos. Sus condiciones meteorológicas cambiantes, al igual que la cercanía de sus muros, le convirtieron en un lugar donde solían ocurrir cosas.
No en vano, Suzuka es el último lugar donde la Fórmula 1 vivió una tragedia en forma de muerte y que trajo consigo la implantación del sistema HALO para que no se volviese a repetir.
Aquella desgracia, afortunadamente, no cerró el circuito para el 'Gran Circo' como sí sucedió en el Mundial de Motociclismo, cuando en 2003 se produjo un terrible accidente en la curva Casio que acabó con una de las estrellas japonesas de las dos ruedas.
Un circuito muy presente
Pero dejemos a un lado las tragedias y hablemos de un circuito que es imprescindible para la gran mayoría de aficionados. Esta condición la ha cimentado, especialmente, su presencia onmipresente en los videojuegos encontrando Suzuka hasta en 28 distintos. En este caso, se nota la mano de los japoneses en este arte.
El trazado nipón acoge en la actualidad las 8 Horas de Suzuka del Campeonato Mundial de Motociclismo de Resistencia, los 1000 km de Suzuka del Campeonato Japonés de Gran Turismos y la Fórmula Nippon. Además, el Mundial de Resistencia (WEC) ha mostrado interés en incorporar este circuito estrecho y ratonero a su calendario. Y en el pasado hasta la NASCAR vino dos años.
La curva 130R
Dentro toda esta historia encontramos 18 curvas donde destaca la mítica 130R. Esta curva se encuentra en el top-3 de más complicadas del Mundial de Fórmula 1 junto con la Eau Rogue de Spa-Francorchamps y la Parabólica de Monza.
Como pasa en las dos mencionadas anteriormente, el desafío de la curva 130R es hacerla acelerando a fondo, algo que a día de hoy es más fácil que antaño gracias a las ayudas eléctricas.
La principal característica de esta curva reside en que se trata de un giro de izquierdas a ciegas por el que se transita a más de 300 km/h y cuya inercia tiende a expulsar a los monoplazas del asfalto. Su leyenda, sin duda, se incrementó tras un accidente de un piloto de Toyota en 2002 que no quiso volver a montarse en un F1 nunca más.
Tras ese incidente, hubo una especie de guerra civil encubierta en Japón entre Honda -dueño del circuito- y Toyota -su principal competidor- para sacar la Fórmula 1 de Suzuka. Lo lograron durante dos temporadas -en 2007 y 2008- cuando Toyota se llevó el Gran Premio a su circuito de pruebas en Motegi.
El equipo, sin embargo, se replegó en sus inversiones volviendo la carrera a Suzuka en 2009.
El trazado ha estado desde entonces como un fijo en el 'Gran Circo' salvo por los años de la pandemia donde no se corrió. Suzuka es para muchos un circuito donde es complicadísimo adelantar por lo estrecho y técnico que es, pero al mismo tiempo es un placer para muchos pilotos por la enorme variedad de curvas y una 130R que cada paso por ella es un desafío.