Dominar el momento de la agresión es la clave en el poker

Ésta es la cara que tienen que ver tus rivales.

Una estrategia conservadora te condena al fracaso al largo plazo. Matthew Pitt te explica cómo puedes ser más dañino con tu juego en la mesa.

Los mejores jugadores de poker juegan de forma agresiva durante la mayor parte del tiempo

Todos los jugadores de poker del mundo han disfrutado de éxito habitual adoptando un estilo de juego más controlado o más holgado, esta es una de las cosas que hacen que el poker sea tan grande. Sin embargo, ni el jugador controlado ni el que juega más holgado hubieran logrado éxitos si no hubieran adoptado un enfoque del juego agresivo.

Para conseguir el éxito en el poker, la clave consiste en adoptar una estrategia agresiva. Ser agresivo te evita muchos problemas, te facilita la tarea de tomar decisiones y hace que aumente el número de formas en las que puedes ganar la mano. Por ser agresivo no nos referimos a gritar, golpear ni insultar a tus contrarios, sino a apostar y a subir la apuesta.

Es posible que, en ocasiones, tengas la sensación de estar siempre perdiendo ante jugadores pasivos. ¿Cuántas veces te has visto envuelto en una partida en la que un contrario ha visto todas tus apuestas para encadenar en el river unas dobles parejas milagrosas, completar una escalera que ni se hubieran imaginado o lograr un color imposible? Apuesto a que miles de veces. Aunque jugar contra este tipo de jugadores y caer derrotado puede ser frustrante, su éxito es extremadamente limitado, básicamente porque se ven obligados a confiar en tener la mejor mano para poder ganar, y todos sabemos que esto no es algo que ocurra con la frecuencia que querríamos.

Si analizas la forma de jugar de los mejores jugadores de poker de todo el mundo, verás que hay un rasgo que todos ellos comparten: cuando deciden jugar por un bote, su compromiso con apostar es total, apuestan y suben, apuestan y suben hasta que consiguen ganar esa mano. Tanto si optan por jugar una amplia variedad de manos, como si lo hacen controlando tan solo una serie de manos muy concretas, los mejores jugadores de poker juegan de forma agresiva durante la mayor parte del tiempo.

Adoptar una estrategia agresiva es importante por motivos muy diversos, y durante el resto de este artículo vamos a ver cuáles son. Uno de los motivos más importantes es el hecho de que ser agresivo te ofrece más formas de ganar la mano. Viendo las apuestas tan solo lograrás ganar la mano si tienes las mejores cartas de la mesa. Al apostar podrás lograr que un contrario que tenga una mano mejor que la tuya se tire, tener la mejor mano y evitar que una mano más débil consiga enlazar una jugada superior a la tuya y te gane. Como puedes ver, adoptar una estrategia agresiva puede ofrecerte más posibilidades de victoria que si juegas de un modo pasivo.

Otro aspecto a favor de la agresividad es que hace que resulte más difícil adivinar el nivel de tu mano. Hasta los jugadores más pasivos se las ven y se las desean para no apostar cuando tienen una mano muy potente, pero como ésta es la única ocasión en la que hacen gala de agresividad, para sus contrarios es muy fácil saber que esconden buenas cartas. Sin embargo, si ese jugador pasivo fuera agresivo, sus apuestas podrían ser la pareja más alta posible, un as-carta alta, una escalera, un proyecto de una jugada importante, un trío con una de las cartas de la mesa o directamente un farol. Nunca se puede saber. Éste es uno de los motivos por los que los mejores jugadores de poker suelen ganar muchas manos.

Si observas la forma en la que los jugadores más agresivos, como por ejemplo Phil Ivey y Tom Dwanm, juegan al poker, verás que apuestan y suben sus apuestas constantemente y con el 100% de sus manos. Estos jugadores están hechos de una pasta diferente, en comparación con el resto, y por ello no recomendamos adoptar la misma estrategia fratricida que esta pareja emplea con excesiva frecuencia. En lugar de ello, siempre que te decidas a competir por un bote, asegúrate de tener un plan, un plan agresivo de cómo lograr ganar las fichas que haya en el bote. En ciertas ocasiones tu agresividad tendrá como respuesta una exhibición de agresividad todavía mayor y tendrás que tirarte, pero al menos intentaste ganar el bote desde un primer momento y probablemente te hayas ahorrado más fichas que cualquiera que hubiera jugado por el mismo bote de un modo pasivo.