Selección Española

Resolvemos la pregunta por la que Luis Enrique pasó palabra

España eliminó a Italia y jugará la final de la Nations League
España eliminó a Italia y jugará la final de la Nations League

Luis Enrique no entiende de edad ni salarios. No hay un presidente detrás condicionando, una maltrecha economía o la presión semanal de una afición exigente. Por eso es capaz de cargarse a vacas sagradas como Sergio Ramos.

En la rueda de prensa, el asturiano fue cuestionado acerca de por qué la selección juega mejor que Real Madrid y Barcelona. Lucho huyó de polémicas y prefirió no contestar.

Sucedió minutos después de la exhibición de España en Italia. El periodista, que comenzó su intervención afirmando que el Bayern de Múnich juega mejor que la selección alemana, puso a Luis Enrique entre la espada y la pared al preguntarle por qué La Roja lo hace mejor que los dos grandes del fútbol español. El seleccionador respondió: "Muy buena pregunta... que me deja sin respuesta porque no me quiero meter en ningún charco".

No pasa nada porque nosotros sí analizaremos si la cuestión es cierta y los porqués. Empezaremos reconociendo que el combinado nacional ha vuelto a la élite, lugar del que escapó desde el final de la etapa de Vicente del Bosque hasta que Lucho retomó los mandos. Los mejores años de La Roja fueron sin duda de 2008 a 2014, ciclo en el que Barcelona y Real Madrid dominaron el fútbol europeo con hasta tres títulos de Champions en total. El dominio de los dos grandes del fútbol español se prolongó hasta 2018, aunque desde el 2014 hasta ese año la selección española no cumplió con las expectativas generadas en los grandes torneos.

Esa tendencia, según la cual el éxito de Barcelona y Real Madrid no va directamente ligado al triunfo de La Roja ni viceversa, parece que se cumple desde que los de Luis Enrique deslumbraron en la pasada Eurocopa. Real Madrid y Barcelona viven sus peores años en el concierto internacional, mientras que la selección ha recuperado su preponderancia y podría volver a levantar una copa este domingo.

Luis Enrique, el líder indiscutible
Sin entrar a valorar en profundidad las debilidades de merengues y culés, lo primero que nos llama la atención en el éxito de España es la figura de su entrenador. El combinado nacional es un equipo de autor, con un líder indiscutible tanto en el vestuario como fuera de él. Los jugadores han cerrado filas en torno a Luis Enrique, que por momentos parece enfrentado con el resto del mundo. El liderazgo de Koeman es discutido, mientras que el rol de Ancelotti con sus jugadores a veces asemeja más al de un padre con sus hijos.

Sin presión
Mientras Real Madrid y Barcelona parten siempre como favoritos, La Roja ya ha pasado esa etapa. No llegó a la Eurocopa en la terna de principales candidatos (una lista encabezada, sin dudas, por Francia) y ni siquiera se esperaba que alcanzase la final de la Nations League (las apuestas daban a Italia como vencedora en las semifinales). La falta de presión parece liberar a un elenco de jóvenes futbolistas capaces de explotar con libertad sus incuestionables condiciones.

Los que mejor están
Luis Enrique no entiende de edad ni salarios. El asturiano siempre ha defendido que elige a los mejores. No hay un presidente detrás condicionando, una maltrecha economía o la presión semanal de una afición exigente. Por eso es capaz de cargarse a vacas sagradas como Sergio Ramos. Estando en condiciones y de seguir en la casa blanca, nos sería difícil imaginar que Ancelotti prescindiese del camero en sus alineaciones. Algo parecido le puede suceder a Koeman con los Busquets, Alba o Piqué.

Un estilo de juego ecléctico, fresco y moderno
Luis Enrique tiene una propuesta que casa con el perfil de los jugadores que escoge y con la idiosincrasia de la selección española. El técnico español apuesta por llevar la iniciativa y presionar arriba, pero no duda en variar su propuesta en función de los diferentes escenarios de los partidos. Por eso España es también capaz de contragolpear. No necesita una referencia arriba, aunque puede contar con ella, lo que hace que nuestro equipo sea imprevisible.

Equipo
En el vestuario de la selección no hay lucha de egos. Los elegidos escapan en cada convocatoria de la rutina de sus clubes. Esto redunda en un clima distendido, una reunión de amigos que disfrutan sobre el terreno de juego. El resultado es un equipo con mayúsculas.