Real Madrid vs Alavés: las siete vidas de Zidane
"Así es este Madrid de Zidane, imprevisible, camaleónico, intermitente... pero el Madrid, al fin y al cabo".
Tiene más vidas que un gato Zinedine Zidane. Las dos victorias consecutivas ante el Inter en Champions enderezan una situación muy complicada. El traje de las urgencias le sienta muy bien.
No es un Madrid para tirar cohetes, pero es innegable su enorme espíritu competitivo. Muy pocos clubes en el mundo tienen esa admirable capacidad para retorcerse de dolor hasta superar sus peores momentos. Lo hizo el conjunto de Zinedine Zidane en la Champions, en la que ha salvado prácticamente un match-ball. En el minuto 85 de la jornada 2 estaba muerto; en el 90 de la jornada 4, resulta que vive y colea.
A Zidane este ejercicio de funambulismo se le da de maravilla. Así llegó al Camp Nou esta temporada o a Turquía para enfrentarse al Galatasaray en la anterior. Siempre sale victorioso de los jaques, como perfecto estratega que es. Se nota también que la plantilla está dispuesta a echar el resto en ese momento en el que otras esquivarían la mirada y silbarían. Zizou es mucho Zizou.
En busca de la liberación perdida
Cuanto menos se le espera, ahí está el Madrid para recordar que es el Madrid. Ocurrió en la pasada Liga, recuerden. En esta las cosas han empezado igual de irregulares y por eso vencer al Alavés se antoja imprescindible, casi sin lugar a las sorpresas (una victoria del Madrid al descanso y al final se paga a 1.95). Es más, hace tiempo que el conjunto blanco no vive un partido cómodo y tranquilo, lejos de la presión y los agobios del resultadismo. Quizá este ante el Alavés invite más a la liberación (el Madrid marca más de 2,5 goles se paga a 2.3).
Otro de los secretos de Zidane es sacar punta a jugadores que parecían ya desafilados. Benzema es duda y Jovic trata de superar el coronavirus, por lo que Mariano asoma de nuevo como delantero centro una vez superado su ostracismo. En Villarreal marcó, ante el Inter fue titular y frente al Alavés volverá a tener la ocasión de demostrar que cada vez que juega se reivindica (un gol de Mariano en cualquier momento se paga a 2.0). Así es este Madrid de Zidane, imprevisible, camaleónico, intermitente... pero el Madrid, al fin y al cabo.