Las apuestas a largo plazo: qué son, cómo funcionan y ejemplos
Repasamos las claves para apostar al resultado final de una competición.
Una apuesta a largo plazo, también conocida como directa u outright, es un tipo de apuesta deportiva en la que se debe acertar el ganador final de una competición o torneo. Por ejemplo, podemos intentar predecir si Real Madrid o FC Barcelona van a salir campeones de LaLiga.
Las apuestas directas suelen realizarse antes del inicio del torneo o competición, sobre todo por el valor de las cuotas, que pueden cambiar significativamente durante el transcurso del año.
Pueden ofrecer unos beneficios mucho mayores, ya que las cuotas suelen ser más altas que en los partidos individuales. No obstante, el jugador debe tener paciencia, pues el dinero invertido en esta apuesta tardará en recuperarlo. Si apuestas al ganador de LaLiga antes de que comience la competición, estarás alrededor de diez meses aguardando por el resultado final.
Las apuestas directas son muy populares en deportes como fútbol o tenis, donde las competiciones como LaLiga o la Champions se extienden durante casi un año, mientras que Roland Garros o el US Open están en liza dos semanas.
Este tipo de apuestas pueden resultar muy divertidas, sobre todo por la montaña rusa de emociones a las que te puede trasladar durante la temporada. No ganarás la apuesta por un triunfo de tu equipo en la jornada 12, pero tampoco la perderás si el club por el que te decantaste pierde un encuentro en el mes de enero.
Ventajas de apostar en outrights
Los beneficios de apostar a largo plazo incluyen:
- Posibilidad de un premio mayor: teniendo en cuenta que las apuestas a largo plazo son de cara al resultado final de toda una competición, las cuotas aumentan considerablemente, más que nada, por la incertidumbre de lo que pueda suceder durante el transcurso de la misma.
- Compromiso a largo plazo: Las apuestas directas pueden generar un vínculo especial del jugador con el torneo elegido. En un evento a largo plazo, el apostante debe seguir el desarrollo de la competición, originando así un compromiso general.
- Ocasión de generar beneficios anticipados: Las apuestas outright suelen realizarse antes de que arranque el torneo, por lo que las cuotas pueden sufrir variaciones con el paso de las jornadas. Esto nos puede llevar al cashout en caso de que el jugador quiera minimizar pérdidas o, en caso contrario, prefiera asegurar ganancias antes de llegar al final.
- Posibilidad de cubrir apuestas: sabiendo que las apuestas a largo plazo se realizan al ganador final de una competición, podemos ser inteligentes y tratar de cubrirnos al final. Por ejemplo, si estamos en cuartos de Champions y hemos apostado que el Real Madrid va salir campeón, pero tenemos miedo de que se interponga el Manchester City, podemos realizar una apuesta adicional al conjunto inglés para gozar de una segunda opción.
Es importante recordar que las apuestas directas son totalmente impredecibles. Las lesiones, los fichajes, la mala suerte... son muchas las variables a tener en cuenta y ninguna de ellas se puede saber con certeza antes de que arranque la competición.
Los apostantes deben ser siempre responsables y apostar sólo lo que puedan permitirse perder.
Ejemplos de apuestas a largo plazo
- Robert Lewandowski acaba como máximo goleador de LaLiga.
- El Luton Town descenderá en la Premier League.
- Carlos Alcaraz gana Wimbledon.