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La NBA no se anda con bromas: Porter y otras figuras vetadas de por vida

La mejor liga de baloncesto del mundo cuida de su imagen al máximo y el de Jontay Porter es el último caso de veto de por vida que la NBA ha interpuesto contra una persona

La NBA es una competición que rara vez declara a una persona 'non grata'. Tienes que hacerla muy gorda para que la Liga te sancione de por vida y una muestra de ello es que ni los implicados en la pelea entre los Detroit Pistons y los Indiana Pacers en 2004 -conocida como Malice at the Palace- fueron vetados, pese al daño que hicieron a la imagen de la mejor liga del mundo de baloncesto.

A lo largo de la historia de la NBA, ha habido un total de 12 personas a las que se le prohibieron de por vida su acceso a una cancha de la competición por haber cometido graves infracciones. La última la cometió esta última temporada Jontay Porter por ganar dinero apostando a sus propias estadística.

A continuación, repasamos todos los casos y las enseñanzas que dejaron:

Ernie Cobb, Rick Kuhn y Jim Sweeney (1981)

Los tres estuvieron implicados de lleno en los partidos 'arreglados' del equipo del Boston College, perdiendo y ganando según las instrucciones que les daba la mafia durante la temporada 1978/79.

El escándalo se hizo público meses después y la NBA descubrió que los tres jugadores se beneficiaban de la situación. Todos ellos se quedaron sin futuro en la competición.

John Drew (1986)

Este alero fue uno de los mejores anotadores de finales de los 70 y principios de los 80, promediando más de 20 puntos en su carrera NBA incluso llegando a ser All-Star. La fama le vino muy mal, puesto que a partir de 1978 se hizo aficto a estupefacientes, incluso teniendo que ser ingresado en un centro de rehabilitación la mitad de la temporada 1983.

Dio tantas veces positivo que fue vetado de por vida. Como curiosidad, tiene el récord de balones perdidos en un partido de la NBA con 14 -igualado con Jason Kidd-

Edward "Fast Eddie" Johnson (1987)

Este base también fue vetado por la NBA por ir pasado de cocaína más veces de lo permitido. Llegó a ser All-Star en 1980, siendo un jugador especialmente llamativo por su velocidad, pero esa vida acelerada le jugó más de una mala pasada.

Fue expulsado para siempre en 1987 tras no entrar voluntariamente en rehabilitación. Después de eso su vida entró en una espiral totalmente descontrolada y murió en 2020 en prisión tras ingresar en ella por violar a una menor en 2006.

Chris Washburn (1989)

Estos dos casos precedentes hizo que la NBA se tomase más en serio los controles antidrogas, estableciendo que a partir de 1988 tres 'strikes' eran sinónimo de expulsión de la liga. El pívot cumplió el tope de positivos en su tercera temporada en la NBA, no superando sus problemas serios de adicción a la cocaína.

Tras vivir unos años como vagabundo, la NBA le brindó una oportunidad como asesor externo en cursos antidrogas.

Roy Tarpley (1995)

En su caso, el alcohol fue un factor fundamental en la caída de un jugador que promedió 12.6 puntos y 10 rebotes en su carrera con Dallas Mavericks. A Tarpley le pillaron conduciendo borracho en dos ocasiones, resistiéndose a la autoridad en una de ellas a principios de los 90.

Luego empezaría una espiral con las drogas que terminaría definitivamente con la carrera del ala-pívot en 1995, cuando cometió su tercer 'strike'.

Richard Dumas (1995)

El chico que jugó las finales de la NBA contra Michael Jordan en su año de novato en 1993 se arruinó la vida por el abuso de sustancias. La NBA nunca llegó a decir que adicción se trataba, pero era una droga más fuerte que la cocaína, lo que le impidió hacer una carrera destacada siendo vetado para siempre en 1995.

Promedió 15,8 puntos y 4,6 rebotes en su año de novato, pero su mala cabeza acabó retirándole a los 26 años.

Donald Sterling (2014)

El antiguo dueño de Los Angeles Clippers fue expulsado de la NBA por hacer comentarios racistas a su pareja. Sterling fue grabado mientras decía que "no llevase a sus amigos negratas a los partidos de los Clippers" y algunas barbaridades más.

La NBA le quitó la propiedad del equipo por esos comentarios inaceptables y le multó con 2,5 millones de dólares.

O. J. Mayo (2016)

Este talentoso escolta, que coincidió con Marc Gasol en los Memphis Grizzlies, dio positivo por cafeína y hormonas de crecimiento en varias ocasiones, siendo sancionado por la NBA en 2016 con dos años. El jugador defendía que tenía adicción a las bebidas energéticas.

Mayo no fue vetado en un comunicado público hecho por la competición, pero ningún equipo se ha interesado jamás por respescarle desde entonces, habiendo jugado siempre en el extranjero.