No es Phil Jackson: el entrenador por el que Michael Jordan siente especial debilidad
Doug Collins dirigió a Michael Jordan durante cinco temporadas en la NBA y, aunque no consiguieron ganar nunca un anillo, fueron uña y carne.
Michael Jordan le había visto de niño destacar como jugador de los Philadelphia Sixers. Número 1 del draft de 1973, melena al viento y con una clase espectacular, Doug Collins fue un notable jugador en la NBA de esos años de transición entre Wilt Chamberlain y Kareem Abdul-Jabbar, consiguiendo ser tres veces All-Star.
¿Por qué diablos estaba Jordan tan enganchado a los Sixers? Básicamente porque desde 1976 jugaba su inspiración, el gran Julius Erving, el primero en hacer un mate desde la linea de tiros libres y uno de los jugadores más espectaculares de la historia. Pero al '23' le hacia gracia el estilo de un Collins que se retiró anticipadamente con 29 años por una grave lesión de rodilla.
Estuvo un tiempo de asistente en las universidades de Penn y Arizona, pero fue la cadena de televisión CBS la que le reclutó como su comentarista estrella en 1984. Sus apreciaciones sobre el juego recibieron muy buenas críticas, tantas que hasta el propio Michael Jordan fue el que le dijo a los propietarios de los Bulls que por qué no traían a Collins a entrenar tras dos primeras temporadas en la NBA para olvidar.
Un inicio especial
El mejor jugador de la historia del baloncesto veía en Collins a un líder, un gran comunicador y una extensión perfecta a lo que él quería predicar en la cancha. Jordan quería que todo le saliese bien al bueno de Doug y una muestra de ello fue lo que hizo en el partido de debut como entrenador de Chicago en 1986.
"Yo estaba empapado en sudor y Michael me miró y me dijo: 'Entrenador, no voy a dejar que pierdas tu primer partido'". El escolta anotó los últimos 10 puntos del partido terminando con 50 puntos, 6 rebotes, 3 asistencias, 4 robos y 3 tapones y, por supuesto, los Bulls ganaron a los Knicks por 108-103.
Collins y Jordan fueron creciendo al mismo tiempo en la NBA, ganando MVP's y demás distinciones. En 1989 alcanzaron las finales de Conferencia Este, siendo arrasados por los futuros campeones, los Detroit Pistons, por 4-0... y eso fue algo que dejó al técnico sin defensa. Aquella paliza calentó a unos propietarios que sintieron que el bueno de Doug no tenía mucho más que aportar, dando las llaves del barco a un Phil Jackson que ganaría seis anillos.
La vida después de Chicago
Aquel fue el primer encontronazo de Michael con la gerencia de los Bulls, pero el tiempo mitigó aquel enfado con títulos. El '23', sin embargo, no se olvidaba de su amigo y, cuando en 1995 fue contratado por los Detroit Pistons, se fundieron en un abrazo muy simbólico al encontrarse en la cancha. Después de eso, Collins quizá humanizó a un Jordan que llevaba una racha de 19 victorias consecutivas contra los Pistons antes de ese encuentro que terminó perdiendo.
Collins brilló en Michigan, siendo elegido el entrenador de la Conferencia Este en el All-Star de 1997 y dirigiendo entre otros a Michael Jordan de nuevo. Aquel partido lo ganaron con máxima solvencia y el '23' no dejó de elogiar la dirección que había tenido desde el banquillo.
Reencuentro en Washington
Después de retirarse por segunda vez en 1998, Jordan emprendió su regreso a las canchas en 2001 con los Washington Wizards, siendo Doug Collins su primera llamada para el puesto de entrenador. El técnico no dudó ni un segundo en volver a unir sus fuerzas con la leyenda, dándose ambos sus últimos homenajes deportivos.
Aunque no lograron entrar en ningún año en los Play-Offs por falta de competitividad en la plantilla de los Wizards, Jordan sí que vivió momentos espectaculares con su entrenador. Se convirtió en el primer jugador de la NBA en anotar 40 o más puntos a la edad de 40 años en el triunfo de los Wizards ante los Nets.
Después de aquello, Collins tuvo un último viaje en la NBA, dirigiendo tres temporadas a los Philadelphia Sixers de 2010 a 2013. El técnico se retiró para volver al mundo de los comentaristas, mientras sigue muy en contacto con Michael Jordan. Los dos se vieron recientemente en el Salón de la Fama, consiguiendo el aplauso unánime de la audiencia.
"¿Qué pasa, perro? ¿Qué está pasando? Sé lo que hiciste. Dijiste un montón de mentiras sobre mí. Sé que siempre dices un montón de mentiras", le espetó Jordan en tono de broma en su encuentro con Collins. El técnico, cada vez que puede, asevera que no habrá otro jugador de baloncesto en la historia como el '23'.