Los números de Serge Ibaka: ¿Justifican su fichaje por el Real Madrid?
El hispano-congoleño es uno de los fichajes de relumbrón del Real Madrid para esta temporada y tiene la misión de suplir a Vincent Poirier
Serge Ibaka vuelve a vestir la camiseta blanca del Real Madrid 12 años después. El ala-pívot ha sido reclutado por el equipo blanco esta temporada con el objetivo de reconquistar la Euroliga. Pero, ¿llega en su ocaso o viene para sumar?
A tenor de sus números, al igual que la directiva blanca, creemos que está para aportar... y mucho. El jugador destacó sobremanera en su última campaña luciendo los colores del Bayern de Múnich, en un experimento que parece haber relanzado su carrera.
El internacional español promedió la pasada temporada en la Euroliga unos espectaculares números de 12,6 puntos y 6,8 rebotes en 24 minutos de juego, sorprendiendo a propios y extraños. El interior había sido 'expulsado' de la NBA por su bajo rendimiento en las últimas temporadas, llegando a quedarse meses sin tener un contrato fijo en la competición norteamericana.
Pablo Laso, sin embargo, creyó en su talento en su primera andadura fuera del Real Madrid dirigiendo al Bayern de Múnich y Serge respondió con creces a la confianza, estando muy cerca de entrar en los quintetos ideales de la competición europea e incluso sonando para participar con la selección española este verano en los Juegos Olímpicos de París.
Una experiencia valiosa
Ibaka había tenido graves problemas de espalda en sus últimas temporadas en la NBA, quedando bastante limitada su capacidad como taponador que tan buena fama le había granjeado en la competición. El congoleño debutó en la mejor liga del mundo de baloncesto en 2009, llegando a promediar 3,7 tapones por partido en la temporada 2011/12.
Alcanzó incluso las finales de la NBA esa temporada perdiendo ante los Miami Heat. Ibaka progresó en la competición hasta promediar 15 puntos y 8,1 rebotes con los Toronto Raptors en la temporada 2018/19, cuando ganaron el anillo de la NBA. El jugador fue una pieza clave de aquel éxito en el que el baloncesto español estuvo implicado de lleno, con Marc Gasol en la cancha y Sergio Scariolo desde el banquillo.
Lesiones y un mazazo
Ibaka tuvo breves periodos en Los Angeles Clippers y en los Milwaukee Bucks tras su éxito en Canadá, pero ya nada volvería a ser como antes por unas lesiones que le hicieron perderse el 60% de los partidos desde la temporada 2020. Serge tocó fondo en 2023 cuando fue traspasado por los Milwaukee Bucks en febrero -con los que apenas pudo disputar ese año 16 partidos- para ser inmediatamente enviado al paro por los Indiana Pacers.
Pese a su enorme experiencia, ningún equipo de la NBA se interesó por un Ibaka, que esperaba su oportunidad de seguir en la liga donde se había ganado una tremenda reputación como defensor. El baloncesto, quizá, había cambiado demasiado para un jugador que no era un pívot propiamente por sus 2,08 metros de altura y que no marcaba las diferencias como ala-pívot al tener problemas de movilidad y de rango de tiro.
Resurrección
La NBA le dio un portazo en la cara a Ibaka tras 14 temporadas como profesional. El hispano-congoleño, sin embargo, encontró la ventana de un Bayern donde la continuidad y el poder jugar partidos con asiduidad le ha devuelto a la primera escena del panorama europeo.
Que el Real Madrid haya confiado en él a punto de cumplir 35 años para ser el sustituto de Vincent Poirier y el primer recambio de Tavares demuestra que Serge todavía tiene cuerda para rato. No será un jugador para disputar 30 minutos, pero a buen seguro que los 15 que pueda disputar los hará aportando la máxima calidad y la fiabilidad que caracterizan a todo un campeón de la NBA.