Más allá de ganar el partido, que era lo que de verdad importaba, los Warriors tenían otra misión en este segundo encuentro: volver a demostrar que son los grandes favoritos al anillo 1.834/5. Ofrecer de nuevo esa imagen de solidez y solvencia mostrada en casi todos los partidos de playoffs de la NBA, especialmente en el Chase Center, y que dejó tantas dudas el primer día.
Y no lo tuvieron fácil, porque los Celtics salieron igual que acabaron el primer partido de estas Finales, con un J. Brown particularmente inspirado con 13 puntos en los primeros minutos. Pero con dos faltas se fue al banquillo y desaparecerían sus superpoderes -acabaría el partido con solo 4 puntos más-.
El otro "Jay", que también había comenzado el partido como un tiro, sería el único que iba a parecerse al de su mejor versión. Tatum se iría hasta los 28 puntos al final, con 6/8 en el triple y manteniendo a su equipo hasta el descanso, 52-50. El alero del los Celtics sigue siendo el favorito al MVP si Boston se lleva el anillo 2.56/4.
Warriors rompió el partido en el tercer cuarto
Parecía que se estaba jugando un séptimo partido, con la igualdad, los nervios y la tensión propia de jugarte la vida a una carta. Pero S. Curry no tenía el cuerpo para fuertes emociones y tiró por la vía rápida para destrozar a los Celtics.
Parcial de 11-0 para empezar un tercer cuarto, que iba a acabar con un triple desde el centro del campo de J. Poole. Parcial 35-14, que devolvía el encajado en el último cuarto del primer partido, para mandar a Boston a la lona.
Curry cerraba ese mágico tercer cuarto con 29 puntos, volvía a ser el faro de estos Warriors y el principal aspirante a MVP 1.834/5. El partido estaba roto, 87-64, y tocaba pensar en el tercero. Tras el 107-88 final, la serie ahora se marcha al TD Garden, donde los Celtics bajo el abrigo de su público, quieren mantener la ventaja de campo y volver a ser favoritos al anillo 1.9110/11, después del bajón de ese horrible segundo tiempo que les devolvió a la tierra.